El trabajo se aproxima al uso público de la historia en el discurso político y a las pugnas de memoria sobre la Transición española. Centra su estudio en el partido político Podemos. Como hipótesis fundamental plantea que su estrategia discursiva se caracterizó durante su proceso de creación y maduración durante 2014 por una apropiación y actualización populista de la categoría histórica de «ruptura democrática». Dicho término proviene del vocabulario de la oposición antifranquista de mediados de los años setenta. Esta progresiva recuperación y actualización fue fruto de una multiplicidad de factores donde incidieron la reflexión historiográfica, las revisiones del relato político o ciertas dinámicas de transmisión generacional donde participó la memoria militante. Desde ese supuesto, el artículo aborda diversas narrativas formuladas desde Podemos interpretándolas como prácticas de contra-memoria, en relación con el diseño de sus señas de identidad y su diagnóstico político.

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